jueves, 27 de mayo de 2010

VII

Se está cayendo el tiempo
a pedazos y sin mesura,
se estrella ante la mirada impávida de los peatones
y se diluye como café en agua hirviendo.
Se atora en la cornisa de un edificio
se aferra con desesperación,
sus dedos blandos se vulneran
y se pierde en la epidermis de cemento.
Muere el tiempo
agoniza entre risas inexistentes
de los momentos que le acompañan
se duelen , rabian, sufren.
El tiempo ha dejado de caer

martes, 18 de mayo de 2010

VI

Los dedos resbalan agrios y somnolientos
por la superficie nacarada de mi piel,
se ocultan del desamparo idílico,
medrosos se entregan a los afligidos labios,
piden silencio.
Los cuerpos yacen en la oscura noche
llora el plenilunio, encharca los cráteres.
Luna llena
arranca el tedio de las sábanas
porque los días se arrastran por debajo de la puerta
dejándonos solos.