Me siento sola, abandonada, amputada...
Vivo sin percibir lo rojo y lo amarillo,
deambulo lejos anhelando perderme
entre el barullo de la multitud.
Los tuve y nos tuvimos,
como dedos entrelazados
trenzabamos historias
e imaginabamos futuros.
Negras pesadillas cayeron en la luz
y la oquedad de las palabras logró que
fueran perdiendo su soltura
y solidez.
Quedé sola, como la hoja
que se pierde entre el ramaje;
me muevo lenta, triste;
gesticulo sonrisas y alientos, vivo con careta
que recuerda el núcleo fundamental.
Cara vida, vida sin vida
amor sin razón, estar en verdad sola,
sin leyes, ni actos, ni juicios, ni nexos;
límpida y sola, como crisálida que busca urgentemente volar.
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