Sentirme abandonada representa mi constante de vida, por qué he de permitirme desvalorizarme, por qué me percibo simple, oscura, sin voz. Por qué mi rumbo se extravía, llevándome a senderos inexplorados. Así me siento, sola, sola, plenamente sola, abandonada entre tanta gente que camina a mi lado: Sonríen y sonrío con una mueca hueca y gris.
Por qué me permito ésto que no soy.
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