lunes, 9 de junio de 2008

Junio

Junio llueve de manera triste, los árboles han bajado la mirada y por las callejuelas escurre el sopor de aquellos que andan de prisa. El cielo gris es melancólico y lejano, quizá esconde una pena que no quiere mostrar. Lamento mucho no estar allá afuera para poder mojarme y sentirlo, tal vez al tocar mi piel sienta que le quiero. La ventana abierta respira con cada gota que choca contra el asfalto; ¿será que tienen miedo de estrellarse o tendrán la certeza de su próximo camino?
Te pienso y te olvido, es tan grato el dolor de tu ausencia que los nubarrones se posan encima de mi morada para que no te abandone, creo que te protejen, o más bien se confabulan para que mi mente te aguarde. ¿Dónde estaran tus pasos? ¿cobijando un pubis? ¿resguardando una noche de insomnio? ¿espiando el día para huir de él? o tal vez veas llover como yo en esta tarde de junio.
Las luces del alumbrado salen a escena, las gotas caen de manera perpendicular, creo que temen rozar las paredes blancas del edificio de enfrente.
Mi corazón reclama por tí, no serás mío y yo no seré tuya; así como la lluvia no puede acompañar al fuego en su camino. Junio llueve de manera triste, quizá porque Mayo nunca estará junto a él.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me gusta como describes el sentimiento.
Un saludo,