Las comisuras de tus labios
rompen sus esquemas y navegan junto a mí.
Te percibo, reconoces cada milímetro
de ese pequeño espacio,
delimitas las entradas y las salidas,
me acompaso a tu movimiento que socava mi respirar.
Mi boca preferida está pegada a mi deseo
a mi letargo nocturno
a mi espera inagotable.
No hay comentarios:
Publicar un comentario