Decía Simone de Beauvoir que no se nace mujer sino que se llega a serlo. Y hoy, que se ha celebrado a las mujeres; como un boom han salido en los medios masivos de comunicación que hay generalas, taxistas, plomeras, dentistas, peluqueras, empresarias, electricistas. Cuál es el asombro, siempre han existido esas mujeres, sólo que las limitaban al espacio privado. Me ha asaltado la pregunta de el por qué a cada paso que daba me preguntaban si no me habían dado el día libre para festejarme. Qué festejo? Si yo pido igualdad, no deseo que me obsequien nada, sé laborar a la par y no hay mejor reconocimiento que el saber que hago mi trabajo, con pasión y entrega; como lo debe hacer cualquier integrante de uno u otro género.
Ser mujer significa pertenecer a un grupo invisibilizado que no es tal, significa fuerza creadora y resistencia. Aún queda mucho por hacer, el camino de la equidad está en proceso, se construye día a día en cada espacio. Hoy las mujeres no podemos resistir los ultrajes, pero para ello, debemos reeducar a los que están a nuestro alrededor (hombres y mujeres) y recordemos que si exigimos algo no es una dádiva sino un derecho que como humanas tenemos.
Nadie hará el cambio por nosotras, no esperemos que seamos comprendidas y aceptadas, será un proceso largo. Pero nada ha sido fácil en nuestro planeta, así que a seguir trabajando para transitar por una sociedad igualitaria.
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